Qué hay

¿Qué hay más allá de las palabras? ¿Qué hay más allá del llanto? ¿De los ojos vidriados? ¿De la voz quebrada? ¿De las manos titubeantes? ¿De la mirada al costado? ¿Qué hay más allá de tantas declaraciones de amor? ¿De tantas frases de azúcar? ¿De tantas oraciones diabéticas? ¿Qué hay más allá de los monólogos? ¿Qué hay más allá de los clichés? ¿Qué hay más allá de las confesiones? ¿Que hay más allá de los por qué? ¿Qué hay? Decime, por favor, ¿Qué hay después de tus verdades? ¿Qué hay más allá de tu labia? ¿De tu buena ortografía? ¿De tu elocuencia envidiable? ¿Qué hay más allá de tus promesas? ¿Qué hay más allá de tus locuras? ¿Qué hay más allá de tus pesares? ¿Qué hay más allá de tus ficciones? ¿De tus superlativos? ¿De tus imperativos? ¿De tu tono amigable? ¿Qué hay, más allá de tus letras, y tus números y tus términos y tu voz? Callate. Escuchame. ¿Qué hay más allá de tus palabras?

Comentarios